miércoles, 29 de febrero de 2012

Atte:..."Yamashita Tomohisa"

~° ¿Una invitación de bodas? °~

¡Volviendo a la realidad!


El viento del atardecer revuelve mis cabellos, y enfrían mi rostro decaído, la temporada está cambiando el invierno se está acercando a esa fecha imborrable que solo vuelve a reavivar el dolor de esta cicatriz que aun no ha sanado…


Apenas han pasado unos cuantos días de haber regresado, pero siento como si nunca me hubiese ido. La vida aquí continúa sin nosotros, las personas siguen su rumbo yendo de aquí para allá preocupadas por pequeñeces innecesarias, mientras tanto yo sigo aquí parado en el mismo lugar de siempre. Sigo viviendo en la misma oscuridad sumergido en nuestros recuerdos y así dejo escapar el presente que no tiene sentido sin ti…Preguntándome cosas como ¿Cuando llegara el día de mi muerte? ¿Pasara mucho tiempo para que estemos juntos?

Kame tu recuerdo aún permanece en mi mente como lo más sagrado que lleva mi corazón; Tus manos, tus labios, tu voz y el aroma de tu cuerpo son la parte de mi adolescencia que jamás será olvidada. El retrato más puro en mi vida de lo que es el amor. El dulce sabor de tus besos aun lo tengo intacto en mis pensamientos, como si fuese un oasis en medio del desierto, hoy es de esos días que te extraño sobremanera, hoy es de esos días que deseo ese oasis con desesperación. Quiero que hoy sea de esas noches en que puedo escuchar tu voz llamándome en medio del silencio, quizás uno de estos días no lo soporte mas y adelante nuestro encuentro, Kame amor no soporto un día mas sin ti, solo dame una señal y estaré ahora mismo a tu lado…

Estoy cansado de que cada uno de mis días sea como el anterior, incluso tu recuerdo es el mismo de cada noche, sé que esto es imposible pero quiero pensar que esto es real, aun que sé que esto es solo un reflejo de mi soledad.

Desde que Tegoshi se marcho es difícil diferenciar un día del otro, se puede decir que lo extraño en cierto modo. Cada día vuelvo a casa decaído, y mirándome al espejo me digo ¿Quién eres?... Yo mismo me he desconozco, desde que Tego se fue me he descuidado tanto que he perdido peso y mi cara luce más vieja, bajo mis ojos se han posesionado unas extrañas marcas oscuras que me hacen lucir depresivo a los ojos de cualquiera, pero es tan poca la importancia que me he dado que hasta hoy he notado que mi barba a crecido lo suficiente para hacerme parecer un vago.

Suspire con poca energía mientras recogía la correspondencia que no había tenido tiempo de leer por la mañana, arroje las llaves en algún lugar del sofá para después dejarme caer en el olvidándome de la correspondencia.

Solo quería cerrar los ojos con la esperanza de que al abrirlos el apareciera frente a mi pero eso no ocurrió.- ¡Despierta ya Yamashita! Este no es un sueño es tan real como ese dolor que esta quemando tu pecho.

Encendí un cigarrillo para después dejar que aquel aroma, me relajara. Tome de nuevo la correspondencia y tire cada papel insignificante al suelo.

No había llegado nada interesante pero ¿Qué es esto? ¿Una invitación de bodas? Me sorprendí de recibir algo como eso así que la abrí sin cuidado alguno seguro se habían equivocado. Pero esa idea se desvaneció al ver incluido en esta un boleto a Estados Unidos ¡Esto es…de Tegoshi! La invitación era realmente muy clara y ahí impreso estaba el nombre del niño que alguna vez ame y deje ir.

Mis manos temblaron al ver aquel nombre impreso dejando caer aquella carta que solo él pudo haber enviado, solo él sabía que volvería para estas fechas. Para cuando logre volver a mi realidad vi la invitación en el suelo y junto a esta una pequeña nota que antes no había visto escrita con letras rosas y brillantes…
 

“Yama-chan ¿Cómo has estado? Te he enviado esta carta con la esperanza de que la recibas a tiempo ¿Hace cuanto que no se de ti? Ha pasado mucho desde mi última carta ¿Verdad?

Bueno Yama-chan como lo vez voy a casarme sé que tal vez esto suene extraño pero quiero que estes presente en un día tan importante para mí.

¡Quiero verte! Estaré esperando tu llegada en el aeropuerto, tengo tantas cosas que agradecerte Yama-chan ¡Por favor! “Ven a mi boda…”

Atte… “Tegoshi Yuya”

Mis lágrimas comenzaron a brotar sin que yo pudiera hacer algo por detenerlas Tegoshi al fin habia encontrado lo que tanto buscaba, Amor.

Siempre lo ame de un modo indiferente. El jamás podrá ser Kame no te engañes me decía el corazón quien siempre le seria fiel a su primer amor. El merecía más de lo que yo podía ofrecerle y ahora estaba a unos días de ser alguien sumamente feliz, suspire para ver la hermosa invitación y sonreí al ver que esos arreglos, seguro eran obra de Tegoshi.

Yo lo convertí en algo que él no era en una persona sombría estando a mi lado, en alguien que no merecía ser amado y aun así el me amo tanto que soporto cada una de mis humillaciones porque me amaba y lo mejor que yo pude hacer por él fue dejarlo ir. Hoy en día puedo decir que el merece esta y mucha más felicidad.

¿Desde hace cuanto que no te veo? Tegoshi desde que te fuiste todo volvió a ser tan triste...

Tu siempre lo supiste y aun así trataste de competir contra un recuerdo que jamás se iría, perdóname Tegoshi pero desde que Kame murió no he hecho nada más que recordarlo, aun no me resigno a que el ya no está a mi lado, hasta hoy nunca he sido capaz de llevar flores en su tumba pues para mi aun no ha muerto… sigo con la esperanza de que un día vuelva por mí.

Tegoshi no sé si debería ir, el tiempo me ha estado volviendo aun más horrible, tal vez este no es el Yamashita que tu quieres ver, pero él… El teléfono interrumpió mis pensamientos haciéndome contestar de inmediato. ¿Quién podría ser?

-¡Hai!- Respondí.

-Yama-chan ¿Eres tú?- Esa voz dulce e infantil por el teléfono solo podía ser… de él. Cuanto tiempo había pasado desde la última vez que escuche su hermosa voz, una gran sensación de vacío me inundo el pecho oprimiéndolo haciendo que las lágrimas descendieran nuevamente sin poder siquiera oponer resistencia.

-Yama-chan ¿Estás ahí?- Continuo llamándome aquella voz angelical que buscaba sacarme del mismo infierno.

-Umm- Respondí al fin.

-Yama-chan, podrías salir tengo frio- Dijo este entrecortadamente.

¿Qué es lo que me estaba diciendo Tegoshi?

-Estoy en tu puerta abre por favor- Continuo diciendo con la voz apagada.

No podía creerlo corrí inmediatamente hacia la entrada limpiándome aquellas lagrimas que victoriosas salieron a mostrar mi desdicha. Abrí la puerta apresuradamente para encontrarme con los suaves brazos de aquel niño que con el paso de los años se habia convertido en un hermoso joven.

Este me abrazo con fuerza como si mi abrazo en aquel momento fuera valioso para él, mi cuerpo no supo cómo responder a tal acto que solo lo cargue entre mis brazos haciéndolo entrar, el aire frio de invierno estaba llegando y este vestía ropa realmente ligera llevaba una pequeña maleta consigo ¿Que es lo que estaba pasando?

Este continuaba pegado a mi cuerpo llorando sobre mi pecho y diciendo palabras inaudibles. Como de un momento a otro estaba leyendo una postal de Tegoshi diciendo que se iba a casar y al otro tenia al mismo Tegoshi llorando entre mis brazos ¡Eso no tenía sentido!

Cuando este al fin se calmo me levante para ofrecerle una taza de té. En realidad solo quería salir de ahí para poder calmarme mi corazón estaba demasiado acelerado por tan maravilloso encuentro.

Volví con una taza de té caliente en las manos y se la ofrecí al pequeño, sus manos estaban frías, así que me encamine por una manta y la coloque sobre sus hombros.

-Lo siento Yama-chan, el venir así.- Se disculpo.

-Umm- Yo no sabía que decirle en realidad. Es decir hacia cuanto que no lo veía.

Tegoshi me miro con esos ojos soñadores con los cuales me conquisto aquella vez, esos ojos a los cuales arrebate aquellos sueños.

-Ocurre, algo malo- Pregunto.

Como podría preguntarle de pronto, ¿Que habia sido todo eso? La carta, la boda, su llegada, el llanto, yo no entendía nada pero temí que no estuviera bien hacer ese tipo de preguntas, así que debía esperar hasta que el mismo me lo dijera.

-Nada en realidad, solo que has cambiado mucho Tegoshi.- Eso era verdad el niño tímido de cabellos negros que huyo de su casa para estar a mi lado, ¿Donde estaba ahora? La persona que estaba frente a mi era un joven radiante, para nada ese pequeño niño que un día deje ir, aun que ahora se le veía preocupado por algo.

-Si he cambiado un poco, y tu Yama-chan te vez algo vago- Sonrió.

-Es verdad, aun que no tiene importancia sabes que no suelo tener visitas- Respondí algo apenado claro que había cambiado, desde que él se fue ya nadie se preocupaba por mi era normal que luciera de ese modo.

-Lo sé a Yama-chan no le agradan mucho las personas- Respondió como si recordara aquello. -Esta casa, no ha cambiado nada desde que me fui ¿Verdad?- Yo solo asentí el tenia razón tiempo después de que él se marcho yo hice lo mismo así que nada había sido cambiado de lugar, aun ni siquiera ser porque me fui, quizás solo quería huir de este ambiente lleno de soledad. Pude haber huido de este lugar, pero no de la soledad esta siempre me acompaña y cada año me hace volver aquí en estas fechas solo para recordarme que aun sigo vivo.

-No sé si ya lo sepas, pero voy a casarme- Dijo con un hilo de voz, aquel joven rubio que parecía estar cargando con un enorme pesar.

-Umm- Asentí.

-Volví porque tenía que arreglar algunas cosas, se suponía que tomaría el vuelo de esta noche pero… no quería irme sin antes verte- Dijo mirándome con esos ojos brillantes que me hacían sentir sumamente atraído hacia el de nuevo.

-Tegoshi ¿Tu vuelo?- No pude evitar preguntarlo, el dijo que su vuelo salía eso quería decir que lo habia perdido.

-Se ha ido- Respondió bajando la mirada.
 

-Mmm…pasa algo- Le dije aun que era obvio que sí.

-Es solo que estoy muy preocupado y no sé que voy hacer- Esta vez levanto la cabeza para mirarme con un par de ojos llenos de tristeza, acto que sin duda me paralizo que era esa extraña sensación de querer tomarlo entre mis brazos y no dejarlo ir nunca, ¡No! debía controlarme, pero él me seguía mirando de ese modo tan tentador.

- Yama-chan en mi última carta te hable de Massu el chico con el que voy a casarme pero… tengo miedo- Me dijo con unos ojos suplicantes que no me resistí más y fui a su lado.

-¿Por el matrimonio?- Pregunte acercándome a él.

-No, a eso no le temo, yo lo único que quiero es poder estar al lado de mi Massu por siempre- Respondió como una chica enamorada.

-Entonces a que es a lo que le temes- Dije mientras intentaba entenderlo.

-Es que aun no se lo he dicho a mis padres- Inclino la cabeza. -Sabes Yama-chan, Han pasado casi 3 años desde el día que me pediste salir de tu vida y ese día aun no ha sido contado, nadie en mi familia lo sabe.

-¿No lo saben?- Eso en verdad me sorprendió.

-Tuve miedo de lo que pudieran decir, pues me marche gritando al viento lo mucho que te amaba, como podía decirles que después de luchar tanto por ti me habías rechazado. Como decirles que esa misma noche habia conocido a Massu. En aquel momento no sabía que llegaríamos tan lejos, yo tengo miedo, ellos piensan que sigo a tu lado ahora como les explico que Massu no es el chico por el que lo deje todo sin que lo odien.

-No se los digas- Respondí tratando de ayudar.

-No puedo- Dijo con tristeza.

-¿Por qué no?- Le dije.

-Por que Massu quiere conocerlos- Suspiro con pesar.

-Ya veo, y el no sabe nada de mí o me equivoco- Lo mire seguro de que era así.

-¿Como lo sabes? – Pregunto sorprendido.

-Tegoshi aun que siempre parecía estar perdido en mi mundo no siempre era así. Tú también estabas en el, es lógico que en ese tiempo aprendiera a conocerte ¿No crees? Sé que odias dormir solo, adoras a los perros y extraño pero cierto te encanta el color rosa, no te gusta perder y creo que eso siempre te impulso a dar lo mejor de ti en nuestra relación. Y aun así siempre pensaste que no te prestaba atención ¿No es así? Pero conocí tu forma de ser en realidad tanto que cada día podía ver cuánto te esforzabas por llamar mi atención, en tus ojos podía ver lo mucho que me amabas es por eso que te deje ir, no soportaba la idea de que tú te perdieras a ti mismo del modo que yo lo hice.- Termine de decir aquellas palabras que salieron con fluidez sin necesidad de pensarlas era algo que siempre le habia querido decir, pero en aquel entonces él era un niño que quizás no comprendería aquello, pero ahora estaba seguro que esas palabras podían ser dichas sin lastimar a nadie.

Tegoshi me miro con los ojos muy abiertos, al parecer era algo que habia estado esperándose mucho tiempo. Sin duda esas eran palabras que yo tenía que decir y él tenía que escuchar. Unos ojos llenos de ternura me miraron llenos de lágrimas. Cuando dos delicados brazos me envolvieron por la cintura.

-Yama-chan, no sabes lo mucho que espere que dijeras eso.- Dijo Tegoshi mientras seguía abrazado a mí.

Mi corazón sintió cierto alivio después de decir aquello que tome las manos de Tegoshi para después besar sus cabellos. Su aroma aun está guardado en mis pensamientos, sin darme cuenta también comencé amar a este niño y hasta ahora me doy cuenta. Aun que era una clase de amor distinto.

Continuamos en esa misma posición un buen rato, al parecer ambos necesitábamos del otro. Las manos de Tegoshi se enredaron en las mías.

-Yama-chan te he extrañado tanto.- Dijo este haciéndome latir de nuevo el corazón.

-Tegoshi- Tome el rostro de este, para después besar su frente.- Yo también te he extrañado-

-Yama-chan- Tegoshi escucho esto último y se levanto de un salto abrazándome con fuerza.

Y ahí estábamos de nuevo entregándonos ese amor que tanto tiempo fue apartado. Sintiendo la calidez del otro con nuestras manos.

Yo ya lo sabía el no necesitaba pedirlo, el se quedaría esta noche.

-Yama-chan- Dijo separándose de mí y apuntando hacia algo. Me gire para ver el lugar donde apuntaba y me sorprendí al ver de qué se trataba.

-Sabes me gustaba estudiar en ese lugar, Yama-chan me invitaba a dormir después de quedarme dormido y me cargaba hasta su habitación.- Sonrió al recordarlo y yo hice lo mismo.

Muchas de las noches que Tegoshi paso a mi lado fueron a causa de que este quería pasar tanto tiempo conmigo que cuando tenía exámenes no quería ir volver a su departamento. Después de la escuela cada época de exámenes venia aquí a estudiar. Antes de marcharme al trabajo veía como este estudiaba y cuando llegaba la noche volvía solo para encontrarme con un pequeño dormido, lo cargaba y llevaba a la habitación. Era lindo verlo despertar a mi lado, aun que nunca se lo dije.

Sonreí al recordar a ese pequeño, que movido por un extraño impulso cargue a Tegoshi y lo lleve a la habitación este al principio se sorprendió pero después se aferro a mi cuello recostando su cabeza sobre mi pecho. Mientras caminaba podía sentir la respiración de Tegoshi sobre mí, haciéndome erizar.

Llegamos a la habitación y Tegoshi sonreía de tal modo que parecía iluminar mi mundo.

Lo deje caer sobre la cama y me recosté sobre él. Cuando levante mi rostro me encontré con sus ojos brillantes de nuevo. Ese era mi Tego…

Tome sin previo aviso la barbilla de este y lentamente me fui acercando a él, tomando delicadamente sus labios y haciéndolos míos.

Fue un beso corto pero agradable. Una sensación difícil de explicar. Explosiones por todos lados hacían eco en mi cuerpo haciéndolo pedir más y más.

-Yama-chan- Dijo después de abrir los ojos.- Esto no debería pasar- se levanto algo confundido.

-Lo sé- Respondí en un susurro. Me gire para acomodar mi cuerpo a su lado.

Y este se recostó sobre mi pecho. ¿Podría soportar eso?

-Creo que será mejor que me vaya- Me levante dispuesto a marcharme cuando Tegoshi me detuvo envolviéndome en sus brazos.

-Yama-chan no tengas miedo tuvimos casi un año para hacerlo y aun así nunca ocurrió nada. No pasara ahora todo estará bien, confió en ti.

El confiaba en mí pero yo sinceramente desconfiaba de mí, no lograba entender esas sensaciones que se desataban sin razón alguna. Pero quería sentir su cuerpo una vez más.

Aquella noche el delgado cuerpo de Tegoshi fue resguardado entre mis brazos. ¿Qué era lo que me estaba pasando? Porque este sentimiento viene a mí con mayor intensidad ahora que Tegoshi ya no me pertenece. Con esos pensamientos cerré mis cansados ojos ya muy entrada la noche.

Después de algunas horas de sueño la mañana llego dando a mi vida un toque de realidad, me encontraba solo el cuerpo al que antes le habia dado calor ya no estaba ¿Acaso todo habia sido un sueño?

Me levante con pereza este sería otro día de esos en los que soñaba con Tego, entre a la ducha y permanecí ahí un largo tiempo, necesitaba dejar de pensarlo. Tenía una extraña sensación en mi cuerpo, yo lo extrañaba.

Mi amor por Kame es único e inigualable pero Tegoshi también marco una parte de mi vida que aun que han pasado los años permanece en mi memoria, no con la misma intensidad con que lo hace el recuerdo de Kame pero si de un modo constante que me recuerda que también está aquí.

Salí de la ducha dirigiéndome a la habitación para vestirme, luego de 15 minutos baje con una toalla aun en los hombros era mi día libre así que no tenía nada en particular que hacer, me dirigí a la cocina para tomar algo, pero cuál fue mi sorpresa al ver a Tegoshi en la mesa dormido.

Camine hacia él con desesperación quería tocarlo, sentirlo saber que en verdad estaba ahí. Cuando al fin llegue hasta él me sentí aliviado aun no lo podía creer el estaba ahí en verdad. Pero algo extraño llamo mi atención antes no lo habia notado pero había un aroma peculiar en la casa .Sonreí. Era seguro que Tegoshi habia estado cocinando, no era que el fuese un excelente cocinero porque en realidad eso de la cocina se le daba pésimo, aun que debo admitir que siempre me sorprendía al dar lo mejor de sí al intentarlo.

Sonreír como tonto una vez mas mientras buscaba la forma de hacer que el humo se fuera.-Tegoshi no te duermas mientras cocinas- Dije esto para mí no quería que el despertara se veía realmente adorable.

Fui algo descuidado al ventilar la habitación que Tegoshi abrió los ojos para después brindarme una sonrisa.

-Buenos días Yama-chan- Mis cuerpo se paralizo al verlo sonreír así.

-Oh- Lo salude, si es que eso era un saludo.

De pronto Tegoshi se levanto de la mesa a toda prisa al parecer habia recordado el desayuno, pude observar de reojo como intentaba salvarlo pero ya era demasiado tarde. Esa parte de él no habia cambiado me gire solo para toparme con su rostro lleno de frustración, así que puse mi mano sobre su cabeza revolviendo sus cabellos. Creo que esa parte de mi tampoco habia cambiado.

-Lo siento Yama-chan- Me dijo al fin.

-Tegoshi no me mires como si nunca lo hubieras hecho- Le dije

-No Yama-chan esta vez debía ser diferente, ahora lo hago bien Massu me ha enseñado y quería mostrarte lo mucho que he mejorado pero me he dormido- Se lamento. Pero no pude evitar lamentar que el único que se estaba quedando atrás era yo Tegoshi me habia superado, el habia cambiado y no solo físicamente. El encontró a alguien con quien compartir su vida y yo que es lo que he estado haciendo todo este tiempo. Creo que Kame no hubiera querido verme de este modo tan deprimente. Pero ahora de nada sirve lamentarse perdí el amor de este niño por vivir en el pasado, no puedo llegar así como así arrebatarle su felicidad. Todo este tiempo temí olvidarte pero en realidad del único de quien en verdad me he olvido es de mí. Kame…amor te molestaría si me quedo un poco mas a lado de este niño.

-¿Ocurre algo?- Tegoshi me miro preocupado. Cuando su teléfono comenzó a sonar con desesperación. Este lo miro y no se atrevió a responder. ¿Quién era? ¿Su novio?

Pero Tegoshi no respondía solo seguía mirando el teléfono con ojos suplicantes parecía que le pidiera a este dejara de sonar y cuando al fin se detuvo, me abrazo.

No estoy seguro de que esto esté bien, y sin embargo guiado por estos sentimientos que ni yo mismo entiendo he accedido a ir con Tegoshi, al parecer ahora tiene aun más problemas de los que tenía antes. Sus manos han estado temblando mucho desde aquella llamada. Lo único que pude hacer fue sostener sus manos haciéndole sentir que estaría con él, el tiempo que fuera necesario.

Al fin estábamos por aterrizar y Tegoshi seguía dormido sobre mi hombro, mientras nuestras manos continuaban unidas desde que había iniciado ese largo viaje. Pero no podía negarlo el necesitaba de mí y yo necesitaba de él.

Ahora estaba por comenzar la parte más difícil de todo enfrentar al novio. Masuda debía saber la verdad eso fue lo que decidimos después de muchas horas lo mejor era que él fuera el primero en enterarse de todo esto.

Bajamos del avión, felices de que ese largo viaje se hubiera visto finalizado, después de estirar nuestros músculos y respirar aire fresco Tegoshi volvió a sujetar mi mano. Este había dormido casi todo el camino así que no habíamos tenido tiempo de hablar en realidad.

-Yama-chan gracias por acompañarme- Dijo con la voz un poco ronca mientras sujetaba mi mano con más fuerza que antes.

-Tegoshi ¿Te encuentras bien?- Me la había pasado tanto tiempo viviendo en el pasado que incluso ahora que Tegoshi estaba conmigo seguía pensando en él como si lo tuviera lejos, antes no lo había notado pero la temperatura de Tegoshi no era normal, era por eso que había dormido tanto, estaba enfermo.

-Ya…ma… tengo mucho sueño- Tegoshi se habia dejado caer sobre mi perdiendo la conciencia lo toque y efectivamente tenía fiebre, este niño sigue siendo igual de descuidado ¡Renegué! para después intentar despertarlo, pero no lo hizo, suspire resignado no tenía otra opción que hacer las cosas yo solo, deje a este en una silla cerca de mi mientras buscaba ayuda luego de unos 5 minutos volví con agua y una pastilla para bajar su temperatura. Tegoshi seguía dormido así que me senté junto a él obligándolo a tomar su medicina, para después dejarlo descansar un poco mas no podría salir de ahí con un chico dormido y dos maletas, así que me dispuse a esperar el tiempo que fuera necesario en realidad no tenía prisa de llegar y creo que la enfermedad de Tegoshi era reflejo de que él tampoco quería hacerlo, contemple su rostro dormido mientras veía como las personas entraban y salían del lugar. Mientras un dulce chico dormía entre mis piernas parecía tener un sueño profundo. Cuando menos lo pensé ya me habia quedado dormido junto a él, mire el reloj del lugar habían pasado solo 20 minutos, no debería quedarme dormido así como así.

Bostece aun algo adormilado en realidad durante el vuelo no había dormido nada así que me en verdad me había servido, cuando me desperece pude notar la presencia de alguien frente a nosotros. Levante la vista encontrándome con el rostro de un chico de cabellos castaños, ojos pequeños que vestía de un modo muy peculiar. Sin duda era asiático pero ¿Por qué nos miraba de ese modo? No parecía estar contento.

Pero me olvide de él en cuando el cuerpo de Tegoshi comenzó a moverse de un modo algo brusco, parecía estar teniendo una pesadilla así que lo abrase a mi pecho para que no cayera al suelo.

El chico castaño se levanto de su asiento y se dirigió con firmeza hacia el lugar donde nos encontrábamos. Pero volví a apartar la vista de él en cuanto Tegoshi comenzó a moverse de nuevo.

-¡Yama-chan!- Susurro un Tegoshi que estaba por despertar.

Para cuando me di cuenta el chico de antes ya se encontraba frente a nosotros.

-Yuya- Susurro el chico castaños inclinándose un poco.

Tegoshi quien estaba por quedarse dormido de nuevo, se levanto de inmediato abriendo los ojos de golpe. ¿Quién era ese sujeto? ¿Su prometido? ¡No! Imposible el dijo que no vendría.

-Taka- Dijo este. ¿Taka?

-¿Regresaste?- Dijo molesto el castaño.

-Taka déjame explicarte- Tegoshi lo intento tomar de la mano pero este lo rechazo.

-Tegoshi, no tienes nada que explicarme, puedo entenderlo- Este se dio la vuelta y se marcho con rapidez.

Tegoshi se habia quedado parado sin decir nada viendo como el chico se alejaba de nosotros, iba a decirle algo este se echo a correr tras el.

Mire aquella escena con tristeza, solo vine a estovar él en verdad lo ama. Pero ahora estaba ahí en medio de una confusión la cual no debió ocurrir al final solo vine a ocasionar problemas, por que deje que Tegoshi me convenciera.

Para cuando me di cuenta estaba solo, en un país extraño, esto debería estar pasando sin embargo así era.
 

Amor si estuvieras conmigo nada de esto hubiera pasado, desde que te fuiste ¿No sé quién soy? Tegoshi se fue y la tristeza volvió. El volver a verlo causo una extraña confusión en mi interior era verdad que al extrañarlo, me di cuenta que lo amaba pero no es el mismo amor que siento por ti, Tego me hace sentir bien y es agradable su compañía, la compañía de un amigo, en cambio contigo es un sentimiento realmente distinto. Aquella noche en que bese a Tegoshi lo sentí en ese beso ligero y fugaz se fueron todos aquellos sentimientos que hoy tienen nombre…

Cuando mi móvil comenzó a sonar un mensaje había llegado.
 

Suspire resignado, Tegoshi no regresaría esa noche, al parecer a su prometido no le habia agradado mucho la forma en que nos había encontrado. El plan estaba comenzando mal. Cuanta era la probabilidad de que el prometido de Tegoshi entendiera lo que sus ojos habían visto de un modo distinto al que yo mismo hubiera pensado. Las cosas no pronosticaban nada bueno.

Suspire nuevamente echando la cabeza hacia atrás y mirando el techo. Kame mi amor no sabes cuánto te extraño, las lágrimas estaban por salir cuando la voz de Kame hizo eco... me levante del lugar de inmediato pero era lógico que él no estaría ahí mi imaginación a veces me jugaba bromas muy pesadas.

Con tristeza me dirigí al lugar donde habia encargado nuestras cosas para después seguir las instrucciones que me habia enviado Tegoshi.

Estaba por llamar a un taxi cuando un chico se detuvo frente a mí.

-Yamashita Tomohisa- Pregunto ¿Qué? ¿Cómo sabia mi nombre?- Creo que eso es un sí- Dijo este con una sonrisa.

Un vehículo se estaciono frente a mí y fui introducido dentro de él, ¿Qué demonios estaba pasando?

Cuando volví abrir los ojos estaba dentro del auto con dos sujetos que sonreían. Intente abrir la puerta de este pero tenía seguro.

-Tranquilo Yamapi- Dijo una voz que me parecía conocida.

Levante el rostro para encontrarme con quien pensaba.

-Qué demonios Koki ¿Qué haces tú aquí?- Dije exaltado mientras ese se echaba a reír.

-En verdad que Tegoshi tenía razón has cambiado muchísimo Tomo- Se burló.

-Oye no me digas así- Detestaba que me llamaran Tomo de ese modo.

-Era solo una broma Pi hacía años que no sabía de ti me sorprendió que Tego me llamara diciendo que estabas aquí.

-Sí, pero tal vez hubiera sido mejor que nunca lo hubiera hecho- Respondí con tristeza.

-Ya veo es por lo que paso con su prometido- Dijo este. Me sorprendió que lo supiera creí que nadie más lo sabía.

-¿Tegoshi te lo dijo?- Pregunte con curiosidad.

-Te has perdido de muchas cosas mi querido Tomo, ¿Quién crees que trajo ha Tego a América? Dijo este con orgullo. En verdad estaba sorprendido desde cuando Tego y Koki se habían vuelto tan buenos amigos.

-¿Desde cuando es que...? No termine la frase este me interrumpió.

-Somos tan amigos, ha eso paso en el tiempo en que Tego y yo fuimos amantes- Este soltó una carcajada. La expresión de mi rostro debió decir lo mucho que me había impactado eso pero antes de que pudiera yo decir algo, el copiloto del vehículo golpeo a Koki en el brazo.

Este sonrió con más ganas para después entre lazar sus manos con las del otro chico.

-Lo siento. Yamashita Tomohisa, este es mi novio Nakamaru Yuichi- ¿El chico de antes era el novio de Koki? ¡En verdad me habia perdido de tanto!

-Siento mucho la forma en que te he tratado, pero honey quería sorprenderte- Dijo el novio de Koki girándose hacia mí para después extender mi mano.

-Llegamos- Grito Koki

-¿Eh? ¿Dónde estamos?- Pregunte.

-¿No te lo dijo Tegoshi?- Pregunto este sorprendido.

-No lo hizo ¿Ocurre algo?- Pregunte preocupado su expresión me decía que no era nada bueno lo que Tegoshi había omitido.

-¡Preguntas que si ocurre algo! Dormirás en la casa del diablo y aun así Tego no te dijo nada- Parecía hablar en serio ahora si me estaba preocupando, ¡Que rayos significaba eso de dormir en la casa del diablo!

-Honey no lo asustes, eso no es verdad no le hagas caso al parecer te extrañaba tanto que solo piensa en hacerte bromas- Quien se disculpaba era el novio, me sentí mas aliviado al escuchar las palabras de este y en verdad me sorprendía que Koki tuviera un novio que lo soportara.

-Bueno vamos o en verdad el demonio saldrá a la luz- Hablo Koki mientras se encaminaba hacia la entrada de aquella casa.

-¿De quién es este lugar?- Pregunte.

-Tegoshi-kun le ha pedido a Ryo-chan que cuide de ti- Respondió Nakamaru.

-¿Ryo?-

-Nishikido Ryo, es un chico que conocimos en la universidad ahora se encuentra en América por trabajo al parecer la compañía de su padre no anda muy bien- Ahora quien respondía era Koki.

-Es una buena persona solo que a su manera- Dijo Nakamaru.

Llegamos a la entrada de la casa, pensé que deberíamos tocar cuando la mano de Koki me detuvo. Este se inclino y del suelo saco una llave giro con cuidado la perilla y me pidió guardar silencio.

Entramos a la casa a hurtadillas tratando de hacer el menor ruido posible, parecíamos ladrones en medio de la oscuridad.

Koki camino delante de mi encendiendo una pequeña lámpara parecía experto en hacer ese tipo de cosas, subimos por unas escaleras avanzamos por un pasillo hasta llegar a una puerta, Koki abrió esta con cuidado y volvió a cerrarla.

-Aun no ha llegado- Grito este, entonces las luces se encendieron. Al parecer el novio de Koki se habia quedado abajo y este fue quien las habia encendido.

El chico subió corriendo las escaleras para después lanzarse a los brazos de Koki e inmediatamente mi vista cambio de dirección.

Escuche unas cuantas cosas que me hubiera gustado no escuchar así que me aleje de esos dos tratando de apartar de mi mente lo ocurrido. Así que mejor me enfoque en ver el lugar que sin duda solo me hacía pensar que esa era la casa de alguien con mucho dinero.

Cuando una voz algo elevada interrumpió mis pensamientos.

-Ho…honey!!! Ah…ah…ah- ¿Ese era Nakamaru?

-Ma…ru… Maru…espe… espera me daré prisa… solo espera un poco.- Decía un Koki excitado, algo que en verdad hubiera deseado no oír.

Este se encamino hacia mi.

-Lo siento… Pi nos vamos te mostrare la habitación que usaras- La voz de este sonaba cortada, su camisa estaba desabotonada y una marca roja resaltaba sobre su cuello. Por que me tenia que pasar esto era tan incomodo.

Después de una corta conversación con Koki este corrió a tomar entre sus brazos a su joven pareja a quien de inmediato tomo de los glúteos y se lo llevo besando de ahí. Todo fue tan rápido que no me dio tiempo de ignorarlos ahora tendría esa escena en mi mente.

Luego de escucharlos marchase en el auto, me introduje en la habitación y cerré con llave como Koki me había dicho. Ahora estaba solo y encerrado en la habitación de la casa de un desconocido. Resignado suspire dejándome caer sobre la cama, así mismo me quede dormido.

El sol filtrándose por la ventana fue quien me hizo despertar. Cuando el recuerdo de donde estaba me hizo levantar de un salto.

Saque el móvil para ver la hora y me sorprendí al darme cuenta que habia dormido casi medio día, aun adormilado desperece mi cuerpo y me dirigí al baño.

Después de una larga ducha, me tire en la cama nuevamente y encendí el televisor de la habitación, para esperar la llamada de Koki. Ya había pasado mucho tiempo y aun nadie llamaba estaba comenzando a desesperarme.

Hasta que cansado de ver televisión me levante de la cama y salí de la habitación, aun que me habían dicho que no lo hiciera no estaba dispuesto a quedarme más tiempo encerrado y con hambre.

La casa estaba en completo silencio aun así, me pegue a la pared del pasillo tratando de no hacer ruido, todo iba bien pero estaba por girar a las escaleras cuando algo choco y cayó sobre mí con tanta fuerza que me hizo caer al suelo.

Adolorido por el golpe, abrí los ojos con dificultad y me encontré con un angel.

¿Acaso habia muerto? ¿O todo era un sueño? Sin pensarlo más tiempo me lance a sus brazos.

-Kame te he extrañado tanto- Dije en un susurro pues no podía hablar mi corazón se estaba desbordando de la emoción.

Aquellas lágrimas que habia guardado para él, ahora estaban saliendo emocionadas por volver a verlo.

Este estaba por decir algo pero mis labios fueron los encargados de sellar sus palabras. Tenía tanto tiempo deseando sus labios y ahora al fin después de tantos años de espera podía sentirlos.

Era todo tan bello hasta que sus manos apartaron mis labios ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué me rechazaba? Como un loco intente tomar de nuevo sus labios con desesperación -¿Kame amor soy yo?- Le dije sujetando su rostro, pero solo recibí un golpe que me hizo volver a la realidad.

Abrí los ojos de nuevo para encontrarme con el rostro molesto de un chico moreno…

¿Qué he hecho?

1 comentario:

  1. ohhh que malo ryo le diste un golpe al pobre yamapi que solo buscaba la compañia de un amor perdido
    tego estas bien?..... massu no es lo que piensas tego te ama... <3
    koki y maru, que malos comiendo pan en frente de los pobres XD
    :::::: waaa risa--chan me super encanto, que lindo, todo se complica ~~ amo el tegopi, es un amor prohibido... me super encanto...
    continuacion onegaiii !!! :D

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