Bueno este es solo un pequeño One-shot que hice hace poco tal
vez la pareja es un poco extraña pero juro que así es como se me vino a la
mente así que espero que les guste.
¡¡¡ADVERTENCIA!!!
Este
fanfic contiene Lemon Yaoi “Relación sexual”
Hombre
x Hombre
¡¡¡OK!!!
~DEJATE LLEVAR~
Escogiste
una de esas herramientas de trabajo por encima de mi hombro. Ignorando por
completo mí presencia.
-Yokoyama-
Me llamaste como si el solo escuchar tu voz no me hiciera erizar.
Habia
algo en tu voz, en tu forma de decir mi nombre que no me permitía mantener mi
cuerpo tranquilo, era como una especie de incomodidad que me provocaba cierta
satisfacción.
-Si-
Respondí de un modo difícil, el aire se escapaba de mis labios de solo querer
pronunciar tu nombre.
-Se han
ido- Me dijiste para después dejar caer lo que habías tomado.
Bajaste
tus manos por mis hombros desnudos y jalaste mi pequeña playera de tirantes,
buscando en ella el modo de quitarla.
Tus
manos se pasearon por mi cuello mientras yo intentaba alejarte. O eso creí.
-Pondrás
resistencia como siempre príncipe- Dijiste mientras desabotonabas mi pantalón.
-Deja de
llamarme así, ya no soy el mismo- Me queje mientras intentaba conservar mis
pantalones.
-Vamos
no soy el único que te mira de ese modo- Te defendiste mientras terminaste de
arrancar mi ropa.
Entonces
ya no habia vuelta atrás.
Tomaste
mi cuerpo entre tus manos, y este reacciono ante tal tacto que no pude evitar
gemir por primera vez, acto que sin duda enriqueció a tus oídos, pude escuchar
tu aliento acelerado.
Mis
mejillas comenzaron arder sin poder ocultar mi deseo por tenerte otra vez.
Ahora
era yo quien estaba sobre ti.
Solo tú
eras capaz de despertar este deseo por un hombre, este deseo incontrolable de
que me toques a mí y a nadie más.
Encontré
tu rostro y con una sonrisa levantaste mi cuerpo y dirigiéndome a la pared
apagaste la luz.
Volviéndome
un ser deseoso de ti.
Entre la
oscuridad comencé a desabotonar tu camisa con mis dedos aun temblantes pero con
la firme intención de que esa noche solo estuviéramos los dos.
Levantaste
mi rostro desesperado, y deteniendo mis manos rosaste mis labios, estos sin
duda eran la razón por la cual el sexo no era solo sexo. Estaba esa sensación de
por medio, ese cosquilleo en mi interior que me pedía a gritos mas de ese
jugoso néctar de tu saliva.
Pase mis
labios sobre tu espalda para después subir por tu cuello hasta tus cabellos,
introduje mis dedos en ellos y jalándote hacia mi pedí mas de ti.
Correspondiste
a mis labios del mismo modo deseoso que yo ¿Me extrañaste acaso? Pensé que
podías hacerlo con alguien más…sin extrañar esto, pero porque dentro de cada
caricia sentia un deseo implacable, como si hubieses necesitado de mi.
Habían
pasado tres meses desde aquella noche en que todo cambio, dijiste que te habías
cansado…y yo solo te deje ir.
Cuando
la mujer de enormes senos se atravesó en mi camino, y me brindo su compañía no
pude negarme pero…nada fue igual.
Tenía la
esperanza de que contigo pasara lo mismo que tarde o temprano volvieras por mí pero
tú solo me mirabas con indiferencia. Cuantas veces no te vi salir de aquí con
ese idiota de Ryo, el tipo que jurabas solo era tu amigo.
Si
aquella noche me moleste y te reclame fue porque todo el día estuve llamándote
y tú nunca respondiste y llego al departamento para encontrarme con un tipo de lo
más sexy saliendo de la habitación, acaso eso era razonable. Tú nunca me
hubieras perdonado de ser ese mi caso, pero yo sí tendría que hacerlo contigo
¿Verdad?
Tus
labios se fueron despegando de los míos, para tomar aire y continuar de ese
modo, pero aquellos pensamiento que habían abarcado mi mente ahora no se irían,
y muchos menos me permitirían terminar lo que yo mismo deje que comenzara.
Detuve
tus manos las cuales habían comenzado a descender hasta mi entrepierna y
cayendo al suelo, me levante dispuesto a irme. Tome mi ropa como pude, pero
antes de abrir la puerta tus manos detuvieron mi cuerpo.
Cerraste
la puerta con llave y me tomaste sin previo aviso de nuevo.
-Déjame
ir- Te dije esperando todo lo contrario.
-Esperas
que te deje ir después de todo lo que te he esperado- Me susurraste al odio
mientras yo buscaba la forma de no caer ante ti.
-Es
mentira, todas tus palabras son una mentira- Me negué a creerte mientras cubría
mis odios, de ti, de tus palabras que solo lograban confundirme.
Pero tú
solo abrazaste mi cuerpo desnudo haciéndome sentir protegido como antes, un
vuelco que sin duda orillo a mi corazón a dejarte hablar descubriendo mis
oídos.
-Tú
fuiste quien mintió- Te quejaste.- Me inventaste toda una historia con Ryo.
-No
puedes negarlo, yo lo vi salir de aquí- Me moleste, el solo recordar aquel día
en que me sentí un completo idiota al enamorarme de alguien como tú.
-Yokoyama,
tú mismo lo has dicho, solo lo viste salir de aquí- Te burlaste de mi con tu
argumento, era verdad yo solo lo habia visto salir de aquí, pero no era la
primera vez que los veía coqueteándose descaradamente frente a mí, que podría
pensar si eso hacían frente a mí, como no pensar lo que hacían cuando yo no
estaba.
Es
verdad que jamás tuvimos una relación formal, a decir verdad era algo que nadie
tenía porque saber, pero tú lo sabías y aun así dejabas que ese amiguito tuyo
te tratara de ese modo que me ponía tan molesto, y era aun más molesto ver como
a él le prestabas mas atenciones que a mí, que el tenia lo que yo dentro de mi
deseaba.
¡Subaru
eres un idiota! Cuantas veces pensé en gritarte esto, antes de conocerte tenia
mejores cosas en que pensar, y ahora mi mundo solo parecía girar sobre ti…
-Fue
lindo ver tu ataque de celos, esperaba que tus deseos por mi aumentara cuando
me fuera, pero nunca espere ser cambiado por grandes pechos.- Respondiste
tomándome de la cintura con cierta necesidad. -Así que no esperare mas- Y eso
fue todo.
Me
besaste con mayor deseo que antes, cargaste mi cuerpo hasta el escritorio
arrojando todo aquello que estuviera a tu paso, sacaste mi ropa interior, descendiendo
con tu lengua por mi pecho delineándolo con tu saliva hasta llegar a mi obligo
sumergiendo tu lengua dentro de este provocándome un gemido que te dio entrada
para bajar aun mas, llegando a esa parte que te habia extrañado aquel lugar que
sin duda necesitaba de ti tanto como yo.
Sumergiste
tu boca de inmediato sobre este y mis manos se aferraron a tu cuerpo que
necesitaba ser despojado, continúe con lo que habia comenzado termine esos
botones y sin previo aviso te saque esa camisa para después contener mis
gemidos entre tu cuello, sonreíste al saber de mi satisfacción.
Delineaste
mis labios con tus dedos para después introducirlos en mi boca moviéndolos de
un lado a otro humedeciéndolos con mi saliva como si estos se trataran del
néctar más deseado.
Cuando
tus dedos dejaron mi boca mi cuerpo ya pedía más, mi extasiado ser pedía a
gritos mas, retorciéndose de satisfacción cada que tu lengua se movía.
La
próxima vez que tus labios tocaron los míos el choque de temperatura hizo su efecto,
erizando todo mi cuerpo bajando y subiendo una corriente eléctrica por todo
este. Cuando tus pantalones se vinieron abajo mordí mi labio inferior deseoso
de que comenzaras ya.
-Veo que
estas deseoso- Susurraste con satisfacción.
-Eso…no
es… verdad- Intente defenderme mientras mis dientes castañeaban de ese frio que
solo tú podrías calmar.
-Entonces
creo que no terminare- Continuaste susurrando, mientras muy dentro de mí
suplicaba que continuaras.
Escuche
el sonido de tu cinturón ser levantado del suelo.
-Me voy-
Anunciaste.
Cuando
diste tú primer paso atrás no pude contenerme más, tenias que terminar este
frio en mi interior solo tú lo podías calmarlo, me levante del escritorio y
dando un salto me abrase a ti.
-Hazme
tuyo, ¡Por favor!- Te susurre con voz suplicante, mientras besaba tu espalda
desnuda.
Y sin
decir nada apartaste mi cuerpo del tuyo, haciéndome caer al suelo, ¿Ahora
estaba siendo rechazado? Un par de lágrimas desconocidas salieron, provocando
tu molestia.
-Yu,
nunca supliques por nadie más que no sea yo- Hablaste en la oscuridad mientras
tu cuerpo se apoderaba del mío.
Cargaste
mi cuerpo nuevamente y sin previo aviso me hiciste tuyo, desgarrando esa parte
que solo te pertenece a ti, sin que yo pudiera negarme. Lo deseaba.
Ahora el
frio se habia fundido en tu calor, y mi cuerpo habia enardecido. Consumiendo
cada gota de éxtasis dentro de mí. Suba-chan marca mi cuerpo como tuyo y
consume todo de mí.
Mi
cuerpo se agitaba en un vaivén sobre tu cintura mientas recaían mis piernas
sobre ti, ahora estábamos conectados podía sentir el cielo con solo sentirte
completamente dentro de mí.
Adaptándome
ahora a tus gemidos que llenaban de placer mi oídos, movía mi cuerpo agitando
mi cadera con suavidad, hasta que tomaste mis glúteos pidiendo un movimiento
más rápido, tus manos comenzaron a mover mi miembro del mismo modo que tus
envestidas me hacían levantar el cuerpo sintiendo como con cada una llegaba más
lejos.
Mis
manos se pasearon sobre tu pecho sintiendo cada parte de él, de tu piel, acariciándolo
baje mi rostro con sutileza buscando ese lugar, esa parte de ti que te haría vibrar,
y lamiendo cada rincón de tu pecho subí nuevamente hasta detenerme en tus
labios, los bese con suavidad, para después cambiar de posición, ahora tú
estabas sobre mi envistiendo mi cuerpo mientras mis manos se posesionaban sobre
tu pecho presionando ligeramente tus pezones, pidiendo más y más de ti.
Ese
delicioso éxtasis estaba llegando esa corriente sin nombre recorrió todo mi
cuerpo haciéndome gemir por lo alto sin importarte quien pudiera escucharme,
derramando un poco de saliva por mi barbilla. Tu cuerpo siguió moviéndose
dentro de mí hasta que esa última envestida que me enloqueció por completo, enriqueció
cada parte de mi cuerpo con el sonido extasiante de tus labios.
Cuando
tu cuerpo se rindió sobre mi pecho sentiste aquel cálido semen que habia
derramado y besando mis labios descendiste capturando mi saliva hasta mi
vientre, y lamiendo cada parte de este sonreíste.
-Es
bueno hacerte esperar- Susurraste- La próxima vez será en el baño…
Sentí ardor
en mis mejillas y buscando tu cuerpo me cobije en él, pero tú no estabas
dispuesto a descansar aun, sonreíste mientras te levantabas, llevándome directo
a la ducha…
Entonces
sentí el agua tibia recorrer mi cuerpo…
-Yu,
esto será aun más satisfactorio- Me llamaste mientras entrabas al agua conmigo
y con tu mirada ardiente me tomaste de nuevo… provocando esa satisfacción en mi
que solo tú puedes darme. -Déjate llevar…- Me susurraste al odio mientras yo me
disponía hacer tu voluntad… Aun que eso significara aceptar que te amo…
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